Dulces Tradicionales

En ocasiones especiales se elaboran en los fogones del monasterio los afamados y deliciosos “suspiros de monja”, hechos con clara de huevo, azúcar y almendra. Un dulce elaborado por la comunidad desde tiempos ancestrales, sin recordar con certeza cuando se comenzaron a hacer, aunque con toda seguridad más de un siglo, en principio con horno de leña y gavillas de sarmientos que se quemaban para calentar el horno, calculando la temperatura rezando tres credos con el brazo dentro…Así como los roscos de yema, resultante de las claras que se utilizan para los suspiros.

Además de las roscas de almendra y las “galletas de las monjas”, que se hacen para el mercadillo misionero. Todo elaborado de forma artesanal y con una fórmula que ha ido pasando a través de las distintas generaciones de hermanas. Tienen fama ganada en toda la provincia y fuera de ella. Se venden por encargo, y las fechas son: en las fiestas de la patrona, la Virgen de Peñarroya, y en la fiesta de Nuestro Padre Jesús Rescatado, el 1er. domingo de mayo, y sobre todo en Navidad.

 

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