La Anunciación del Señor.

25 de Marzo, SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN

Hoy celebramos con alegría el misterio del anuncio a María. La anunciación del ángel a María, marca el comienzo de la redención humana. Con su «Sí», María divide la historia de la humanidad en antes y después, en viejo y nuevo.

Hoy es el principio de nuestra salvación y la revelación del misterio antes de todos los siglos; porque el Hijo de Dios se hace Hijo de la Virgen y Gabriel anuncia la gracia.

Al aceptar el plan de Dios, María entra totalmente en la alianza de Dios con su pueblo: a través de ella, el Hijo de Dios se hizo hombre, encarnado en su tiempo y presente y activo por toda la eternidad. María se convierte en co-redentora, participando en la redención de la humanidad.

Con la Fiesta de la Anunciación, la Iglesia quiere celebrar este momento único en que Cristo comienza a crecer en el seno de María. La adolescente – que cuestiona el ángel, porque no entendía cómo esto puede suceder – capta en las palabras del ángel la certeza de Dios y de su verdad. Así, abre su corazón y su cuerpo al extraordinario don de Dios: una virgen genera la vida, misterio insondable de Dios, revelación suprema de su poder, haciendo posible lo que es imposible para el hombre.

Que esta celebración nos permita abrirnos al extraordinario don de Dios en nuestra vida y a aceptar con gratitud su plan sobre nosotros. Que podamos testimoniar con alegría que, a partir de ese día, aparentemente normal en la pequeña ciudad de Nazaret en Galilea, Dios está presente en medio de la humanidad.

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