22 de abril, Jornada Mundial Oración por las Vocaciones y Jornada Vocaciones Nativas

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

“Tienes una llamada”

Bajo el lema “Tienes una llamada” –extraído del mensaje del Papa para la Jornada-, las tres instituciones quieren mostrar que Dios sigue llamando a los jóvenes, y que la vocación de especial consagración es una alternativa de vida apasionante, que nada tiene que envidiar a la que ofrecen las mejores compañías del mundo. Con la metáfora del mundo empresarial, se avisa a los jóvenes de que pueden recibir la llamada del “jefe” más importante del mundo, que les ofrece trabajar en una “compañía” con presencia internacional, que siempre cotiza al alza, y que afronta desafíos para cambiar la vida de muchas personas.

Jesucristo ha dado su vida por la humanidad, y nos ha mostrado así el amor que Dios nos tiene. La jornada que hoy celebramos de manera conjunta nos habla precisamente de eso, porque es expresión de ese mismo amor, un amor que se da, que se entrega con absoluta generosidad. Todas las vocaciones son expresión de él. En octubre se celebrará en Roma el Sínodo de los Obispos, dedicado en esta ocasión a los jóvenes, y en especial a la relación entre
los jóvenes, la fe y la vocación. Es una oportunidad de profundizar sobre su llamada. Lo que Dios quiere, el proyecto que tiene sobre cada uno de nosotros, es nuestro verdadero camino a la alegría.

En nuestro mundo, tan lleno de ruidos, se distorsiona a menudo la voz de Dios. Las preocupaciones y en ocasiones las tensiones en medio de las que vivimos no nos permiten escucharle con claridad. Hay ruido fuera y dentro de nuestros corazones. La primera tarea es enseñar a escuchar, porque, aunque es importante en todos los momentos de la vida, es esencial en los años de la juventud. La segunda gran tarea es el discernimiento espiritual. El proceso a
través del cual la persona realiza en diálogo con el Señor y, escuchando la voz del Espíritu, las elecciones fundamentales de su vida. Como nos recuerda el papa Francisco: «Todo cristiano debe desarrollar la capacidad de “leer desde dentro” la vida e intuir hacia dónde y qué es lo que el Señor le pide para ser continuador de su misión».
Y la tercera es «vivir». La alegría del Evangelio, que nos abre al encuentro con Dios y con los hermanos, «no admite demora; no llega a nosotros si no asumimos hoy mismo el riesgo de hacer una
elección. ¡La vocación es hoy!».
¿A qué nos llama Jesús? A compartir el mismo amor y la misma solicitud que tiene por sus ovejas, ellas son su familia, lo son todo para él. Las llama por su nombre, las reconoce y le reconocen. Anhela reunir a las que todavía no están con él. Esa es la misión que tiene preparada para nosotros, la tarea que nos invita a hacer nuestra.
Rezamos por las vocaciones, reconocemos que son un don y una tarea. El lema de este año, «Tienes una llamada», nos interpela e invita a pensar en esa misión que lleva nuestro nombre. El papa Francisco, en su Mensaje para esta Jornada nos recuerda que «el Señor sigue llamando hoy para que le sigan. No podemos esperar a ser perfectos para responder con nuestro generoso “aquí estoy”, ni asustarnos de nuestros límites y de nuestros pecados, sino escuchar
su voz con corazón abierto, discernir nuestra misión personal en la Iglesia y en el mundo, y vivirla en el hoy que Dios nos da».

Rezamos para que aumenten las vocaciones entre nosotros, y para que sean muchos los jóvenes que en tierras de misión le digan sí al Señor. Este domingo es la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada por las Vocaciones Nativas.

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